CUMBIA SIN PARAR

lively discussion & lovely old tunes with Ian Nagoski (compiler of Black Mirror) on the radio this past wednesday. Sonido Martines next week.

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Bolivia is worth visiting because, from the little I have seen and understood, it is very much itself and unlike other places I have seen. Today Sonido said “I think El Alto is the most futuristic city in the world” and I think he’s right. We’ll try to elaborate. Busy days.

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Cristian Alarcón, author of Cuando Me Muera Quiero Que Me Toquen Cumbia, has a great profile of Pablo Lescano based in part around my cumbia piece for the Fader. en Español

link to blurb. link to PDF.

In addition to a sidebar with translated chunks of the Fader piece, the article talks with Lescano talking about me talking to him (media feedback loop), and what it means for The Fader to cover this unexpected genius, pictured below with a culo real and his “100% black cumbiambero” tattoo.

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excerpt: Lescano había pasado la noche anterior con un “periodista de Nueva York” al que había llevado a los bailes “para que alucinara”. “Claro, imaginate que él iba a Niceto donde pasan cumbia mezclada con electrónica, o reguetón. Después un poco de rap, después un cachito de cumbia, y reguetón. Es un invento bárbaro. Yo le dije ‘vení que te llevo’, y me lo llevé a Fantástico Bailable, a Jesse James y un par de lugares más. ¡El chabón no lo podía creer!”, cuenta Lescano, en su departamento con vista al río, sobre una avenida de San Isidro.

El amigo americano se llama Jace Clayton, un negro de
Boston joven y atildado, que vive en Brooklyn y que resultó
ser DJ Rupture, un tipo en la vanguardia de la electrónica
global que hace años se dedica a bucear en ritmos alternati-
vos. Saciado de africanos y de orientales, investiga con frui-
ción a los latinos. Había sido enviado a Buenos Aires por la
revista neoyorquina The Fader, una publicación ultra chic,
dedicada a la moda, las tendencias globales y la música. Allí
publicó su recorrida con Pablo por la escena porteña y des-
cribió las noches de las fiestas Zizek y su público internacio-
nal y modernoso, y las de la masa de cumbieros “100%
negros”, como dice el lomo de Pablito, en letras tatuadas.

and the sidebar in its entirety:

“Un tren imparable” Lescano dejó hace tiempo de ser un ícono oculto en la subcultura tropical argentina, no sólo gira y gira por la noche conurbana, no solo recorre el continente, sino que también es el fenómeno musical y juvenil argentino que más curiosidad despierta en los periodistas internacionales que vienen a explicar Argentina. Como le pasó a Jace Clayton, un periodista y dj de Estados Unidos que dando vueltas por Palermo se metió en una fiesta Zizek en Niceto y luego de ver a Lescano no hizo más que tratar de explicarlo, de contarle al mundo su hallazgo, una especie de bob Marley cumbiantero que cambió para siempre el panorama musical argentino. Se fue de gira con él y escribió un artículo que le abrió a Lescano las puertas del mundo bien pensante de la crítica en Estados Unidos. Fascinado por lo que vio, la explosión desmesurada alrededor de Damas Gratis, Clayton quedó fascinado. Explica así, en la revista The Fader, el sonido Damas Gratis, esa mezcla insólita de reggae, hip hop y cumbia que se repite y martillea hasta partir la pista de bailes en pedazos: “La música tropical es el eslabón perdido entre el upbeat de la salsa y el dub somnoliento del reggae. El sonido simple de la cumbia se transforma en cada lugar que llega, manteniéndose presa de un lento groove, un tren imparable que se mueve despacio. No hay dogmatismo en estos músicos que usan sintetizadores, guitarras, flautas, lo que sea. Eso sí: viejos y jóvenes cantantes parecen llegar al éxtasis cuando todos, sin excepción, arrancan emoción del público al gritar
Cumbiaaaaaaaaaaaaaaa”.

Clayton también escribe sobre la evolución de la cumbia hasta el fenómeno Lescano: “En México, en los primeros 80, cuando las bases percusivas electrónicas ingresaron a la música tropical luego de revolucionar la música pop”. Y habla del fenómeno colombiano de las cumbias rebajadas, viejas canciones a las que le bajaron el tiempo para lograr un fluir más lento pero igual de sostenido. “Cuando en los 90 Lescano comenzó a trabajar como tecladista y arreglador, el horizonte no era nada alentador. Tenían éxito los cumbianteros románticos, con una propuesta limpia y comercial que a él no le interesaba. Así fue como
poco a poco comenzó a hablar de su barrio construyendo una estética del desamparo social hasta formar, sin saberlo, el imaginario de los Pibes Chorros que hoy ya es una clase social. Lescano inventó un nuevo tipo de cumbia, análogo del Gangsta Rap, que aquí se conoce como Cumbia Villera”. Clayton se sorprende con la divisón que propone la cumbia
en una ciudad tan rockera como Buenos Aires, donde la gente ama y odia a Lescano con la misma intensidad. Sin embargo, a Clayton en realidad, le interesa explicar también el fenómeno de la techno cumbia que vio explotar en Zizek. Bandas como Fantasma, con el Gran Negro Gran Faso en la voz, o las Kumbia Queers se presentan como una vanguardia que, sin embargo, todavía no logra penetrar en el circuito de bailantas y hasta son resistidas por el público tradicional, que las acusa de conchetas. Todos ellos, modernos y tradicionales, tienen el mismo Dios, un pibe de barrio
que se llama Pablo Lescano.

8 thoughts on “CUMBIA SIN PARAR”

  1. te garcharia a vos y la pendeja q tenes al lado…que lindo q estas negro con ese tatto…me dan ganas de chuparte la pija y me llenes de leche

  2. cantas re bien tengo todos tu cd a ver cuando vas a venir para miramar chau

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